La Academia de Buenas Letras de Granada, en su sesión ordinaria del mes de noviembre, ha elegido al profesor y filósofo Pedro Cerezo Galán como Académico Honorario de la institución, distinción que compartirá desde ahora con el escritor y académico Antonio Muñoz Molina y con la que anteriormente fueron también reconocidos Francisco Ayala, Antonio Gallego Morell, Gregorio Salvador y Tico Medina.

Nacido en 1935 en la localidad cordobesa de Hinojosa del Duque, el nuevo académico de honor es una de las figuras españolas más relevantes de la Historia de la Filosofía, cátedra que ocupó en la Universidad de Granada desde 1970 hasta su jubilación en 2007, ya como catedrático emérito. Doctorado con premio extraordinario en 1961 por la Universidad Complutense de Madrid, con una tesis sobre Aristóteles, Pedro Cerezo se especializó más tarde en Alemania en la historia de la filosofía moderna y contemporánea occidental. Entre sus numerosas obras publicadas desde entonces destacan sus ensayos sobre los filósofos alemanes Hegel y Heidegger, así como sobre los españoles Ortega y Gasset, Unamuno, Zubiri y Antonio Machado, cuyo pensamiento filosófico a través de su obra literaria nos descubrió en el libro Palabra en el tiempo: poesía y filosofía en Antonio Machado, publicado en 1975 y convertido de inmediato en texto de referencia para los estudiosos del poeta sevillano, al igual que ocurrió para la investigación orteguiana tras la publicación en 1984 de La voluntad de aventura: Aproximaciones críticas al pensamiento de Ortega y Gasset. Los nombres y la obra de Cervantes, Gracián, Ganivet y Ayala protagonizan, asimismo, algunos de sus libros más conocidos.

Lo más importante, sin embargo, no es tanto la extensión de su obra, como su incuestionable excelencia, reconocida no solo por sus discípulos y colegas españoles, sino también a nivel internacional, como señaló en su ‘laudatio’ la académica y ponente de la candidatura, Sultana Wahnón, que destacó tanto «el valor literario de sus ensayos» como «la calidad de su prosa, propia de quien siente la escritura no solo como un medio, sino también como un fin en sí mismo, con dominio del idioma y con cualidades ellas mismas poéticas».

Al margen de su actividad académica y literaria, Pedro Cerezo fue diputado socialista en el Congreso por Granada en la legislatura de 1982 a 1986 y miembro de la comisión asesora de la Fundación Juan March entre 1989 y 1991. Desde 1997 es miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, además de pertenecer al patronato de la Fundación María Zambrano, de la Fundación cultural José Manuel Lara, del Instituto de Filosofía del CSIC y de la Fundación Xavier Zubiri. Es doctor ‘honoris causa’ por la Universidad de Córdoba y, entre sus muchas distinciones, sobresalen el premio de Ensayo y Humanidades Ortega y Gasset en 2004, el premio Andalucía de Investigación en Humanidades y Ciencias jurídico-sociales en 2007 y el premio internacional Menéndez Pelayo en 2014.

Eduardo Castro